martes, 3 de febrero de 2009

La relación emocional con la comida


En todas las culturas se da una importancia muy grande a la alimentación, ya que es la manera de satisfacer una de las necesidades básicas del ser humano; la nutrición.

Debemos distinguir estos dos conceptos: nutrición es el proceso por el cual absorbemos y utilizamos las sustancias contenidas en los alimentos, para que el organismo pueda llevar a cabo sus funciones biológicas. Por el contrario, el concepto de alimentación es la serie de actos voluntarios y conscientes que consisten en la elección, preparación e ingestión de los alimentos. Esto quiere decir que cada cultura aporta a los alimentos y a todo lo que los rodea un valor añadido, los carga de significados.

Es por esto que la alimentación está tan ligada a cómo nos sentimos. Desde que somos bebés, la comida es utilizada para calmar las tensiones y esto es una cosa que acabamos asimilando sin ser conscientes. Este poder se va reforzando en la infancia, porque los padres, a veces sin ser conscientes, suelen premiar o castigar con la comida. De esta manera, los niños aprenden que su conducta está relacionada con el tipo de alimentos que pueden comer. Si más adelante tienen cualquier frustración o sufren de ansiedad, es posible que busquen el placer en comer aquello que de pequeños se les prohibió o con lo que se les solía premiar.

Estas ideas de restricción todavía se refuerzan más cuando una persona está a dieta, que es casi sinónimo de prohibición de aquello apetitoso. Todo esto puede llevar a la persona a desarrollar trastornos de la conducta alimentaria, cuando trata de tapar con la comida conflictos que no puede resolver de otra forma.

Pero no sólo es negativo el valor que le atribuimos a la comida. Todas las sociedades, de manera diferente, vinculan las fiestas y los actos importantes a los alimentos hasta el punto de identificar un plato determinado con un día señalado: el pavo en el día de Acción de Gracias, el roscón el día de Reyes, las tartas en los cumpleaños, las uvas en Nochevieja… Este valor añadido es utilizado en publicidad para vendernos que un alimento nos dará, por ejemplo, un estatus social más elevado por el hecho de poder consumirlo, o nos hará estar más sanos.

El truco para tener una relación sana con la comida es intentar encontrar en nuestro estilo de vida aquello que nos proporcione felicidad y complementarlo con una alimentación agradable y equilibrada.


Andrea Gil
Nutricionista ISEP Clínic Barcelona