jueves, 13 de noviembre de 2008

¡Que la diabetes no te impida comer bien!



La diabetes mellitus es una enfermedad en la que los niveles de glucosa en sangre están aumentados, y por tanto, no disponibles para que las células la utilicen. Esto puede deberse a que los niveles de la hormona insulina sean insuficientes o a que ésta no lleve a cabo su función correctamente.

Hay dos tipo de diabetes; la tipo 1, que generalmente se diagnostica en la infancia o en la adolescencia, y se caracteriza por que la producción de insulina es nula. La diabetes de tipo 2 suele aparecer en la edad adulta cuando la insulina producida no es suficiente.


La dieta de la persona que padece diabetes debe fundamentarse en el equilibrio y la variedad. Deben ser cuidadosos en comer cada 3 horas para evitar episodios de hipoglucemia, y evitar alimentos con azúcares simples como el chocolate, miel, mermeladas, dulces, azúcar... que les pueden provocar una
hipoglucemia. A su vez, para evitar las complicaciones cardiovasculares y circulatorias que se pueden producir a largo plazo, la dieta ha de ser baja en grasas de origen animal. Por tanto, la dieta debe basarse en frutas y verduras de bajo contenido en azúcar, en hidratos de carbono complejos (legumbres, pan, pasta y arroz integrales), carnes y pescados magros, y lácteos desnatados.

¿Comemos en un restaurante?
A la hora de salir a comer a un restaurante, se han de seguir algunas pautas que nos permitirán disfrutar de la comida sin alterar la glucemia. L
o primero que se debe hacer es preguntar cómo está cocinado el plato; frito, rebozado, a la plancha, con una salsa muy pesada… Se debe optar por primeros platos y acompañamientos de ensaladas y verduras a la plancha, hervidas o al vapor.

Los segundos deberían ser pescados y carnes magras cocinadas con poco aceite. Si van acompañadas de salsa baja en grasa, pedir que la sirvan a un lado para poder controlar la cantidad tomada. Si se va a elegir un plato rico en hidratos de carbono, es muy conveniente que lleve también algo de proteína y verduras, y que no esté excesivamente cocinado (por ejemplo, un plato de pasta al dente con marisco). En caso de que no nos convenga el tipo de cocción, pedir si nos lo pueden servir de otra manera.


Con frecuencia, cuando comemos fuera de casa tendemos a tomar más cantidad de la habitual, y esto puede acabar provocando una hiperglucemia. Debemos prestar atención a la ración que nos sirven e intentar no tomar más de lo que habitualmente acostumbramos. Recomendación: ¡huir de los buffets libres!

Otras veces la hora de la comida se puede retrasar con lo que, si lo podemos prever, conviene tomar una fruta para sostenerse y evitar así la hipoglucemia.

Llegado el temido momento del postre, no es necesario renunciar a él si los demás comensales toman. Lo ideal sería compartirlo con otra persona, así la cantidad ingerida es menor pero calmamos igualmente la ansiedad.

Proponemos una receta para un postre, con el fin de ilustrar que no es necesario renunciar a los dulces por padecer diabetes:

Crêpes con crema de café

Ingredientes para 4 personas:
100 g de harina preparada para crèpes
400 g leche evaporada
4 yemas
una cucharadita de Maizena
4 cucharadas soperas de edulcorante líquido
una cucharada sopera de café soluble
50g de pasas
una copita de ron

Preparación:

Preparar la masa según las instrucciones, ir cogiendo pequeñas porciones, y hacer los crêpes en una sartén ligeramente engrasada. Doblar cada crêpe por la mitad, y esta mitad a su vez en otra.

Colocarlos en una fuente para servir. Preparar la crema de café batiendo las yemas con la Maizena. Añadir la leche evaporada y dejar que espese a fuego lento. Incorporar el café, mezclar bien y, por último, añadir el edulcorante líquido.

Regar los crêpes con esta crema y adornar con las pasas.


Andrea Gil
Nutricionista ISEP Clínic Barcelona