¿Quién no ha oído hablar de la dieta de la luna, de la manzana y de los astros entre una larga e inacabable lista de dietas milagro con nombres de los más originales? Suelen aparecer en revistas, sobretodo cuando se acerca el verano, enunciadas con atractivos titulares como ‘¿Quieres perder peso sin esfuerzo?’. Estos enganchan a muchas personas descontentas con su peso y dispuestas a hacer cualquier cosa para cambiarlo. Y como nos prometen que podremos conseguir este objetivo sin esfuerzo y rápidamente, ¿quién se resiste?
¿Nos paramos a pensar sobre los posibles efectos que este tipo de dietas provocan en nuestro organismo? ¿Sabemos si pueden ser perjudiciales para la salud?
El denominador común de estas dietas es el desequilibrio nutricional y el bajo contenido energético que nos aportan al organismo. Por esta razón no es nada raro que si se mantienen durante un largo periodo de tiempo puedan causarnos déficit en algunas vitaminas o minerales produciéndonos cansancio extra.
Es muy importante, durante el seguimiento de cualquier dieta, que un profesional de la salud controle que la perdida de peso sea la adecuada. Si hacemos dieta por nuestra cuenta no sabemos hasta que punto el ritmo de perdida de peso es el idóneo para nuestro organismo o si estamos perdiendo masa muscular en lugar de masa grasa. Debido a este descontrol muchas personas, después de hacer una de estas dietas milagrosas durante mucho tiempo y haber perdido peso, recuperan todos los quilos perdidos y hasta los superan.
Así podemos decir que las dietas milagro, aun creyendo en un principio que consiguen el objetivo de perder peso, son perjudiciales para la salud a largo plazo a causa de sus efectos contraproducentes. Las revistas no anuncian los efectos negativos de seguir este menú poco energético, ni en letra pequeña. Por esto es esencial dejarnos guiar por un profesional en nutrición si queremos perder peso con seguridad y poder ponernos el bikini o bañador más allá del mes de agosto.
Agnés Marginet
Nutricionista ISEP Clínic Girona
