
Los inconvenientes de la comida rápida no se reducen al mero balance nutricional de los ingredientes que llevan, sino que alcanzan a la propia costumbre de comer en poco tiempo. Cuando se come rápido, los mecanismos biológicos que indican al cerebro la sensación de saciedad no se activan a tiempo, lo que se traduce en una mayor ingesta de alimentos y calorías. Por lo tanto, comer habitualmente comida rápida puede tener consecuencias directas en el sobrepeso y la obesidad.
(Fuente: Diario Médico)
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