miércoles, 17 de diciembre de 2008

Malos hábitos alimenticios provoca retraso en niños

La falta de actividad física en los niños y los malos hábitos nutricionales están relacionados con un retraso psicológico y emocional.

Los resultados de la encuesta Test Krece Plus revelaron que cerca del 25% de los niños tiene unos hábitos nutricionales muy malos, el 57% presentan un nivel medio, y sólo el 20% mantiene unos hábitos nutricionales saludables.

Asimismo, la relación entre nutrición y desarrollo psicológico revela la tendencia de que los niños con un desarrollo normal tienen una mejor nutrición, así como la relación con la actividad física, que muestra que los niños con un desarrollo normal tienen unos niveles de actividad física mejores que los niños con una sospecha de alteración psicológica.

(Fuente: INFOBAE)

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miércoles, 10 de diciembre de 2008

El 32% de los escolares españoles no ha probado nunca las espinacas


Según el último informe de Fundación Dieta Mediterránea, el 32% de los escolares españoles no ha probado nunca las espinacas, el 23% no conoce el sabor de los tomates y el 15% no ha degustado jamás una naranja.

Enseñar a comer bien a los niños valencianos, divulgar las bondades para la salud de la dieta mediterránea y alertar sobre la incidencia del consumo irresponsable en el medio ambiente es la finalidad de Planeta Sano, un aula itinerante promovida por Obra Social Caja Madrid que se podrá visitar gratuitamente entre hoy y mañana en la Plaza de Zaragoza de Valencia.

(Fuente: La Vanguardia)


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martes, 2 de diciembre de 2008

Alcachofa, el alimento milagroso


La alcachofa es un alimento completo que posee, además, propiedades saludables que ayudan a frenar enfermedades como la diabetes, hepatitis..., a reducir el colesterol, la anemia y contribuye a mejorar el estado general del organismo. Consumir esta pequeña planta verde es una forma agradable de mantener el organismo equilibrado sin ganar peso.

Los especialistas recomiendan consumir alcachofa si se padece anemia, porque es riquísima en hierro (el cual la mujer suele perder en exceso después de cada menstruación, debilitándose) y si está demasiado delgado o inapetente, ya que sus principios amargos estimulan el apetito y ayudan a hacer una buena digestión, así como una completa asimilación de los alimentos.

(Fuente: Hoy Mujer)

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lunes, 1 de diciembre de 2008

La obesidad infantil, el reto a superar para el 2009



Recientemente hemos podido leer en las noticias que el Gobierno Británico, alarmado por el aumento de la obesidad infantil, está pensado en retirar la tutela a los padres cuyos hijos sufran un gran sobrepeso.






Debido a esta enfermedad se está disparando el gasto sanitario y las autoridades se plantean dar el mismo
tratamiento a los casos de obesidad grave en niños que le dan a los de desnutrición, por lo que a servicios sociales respecta.

Esta noticia nos hace reflexionar sobre las consecuencias emocionales y psicológicas que puede tener en un niño el hecho de padecer sobr
epeso, ya que en este caso se le alejaría de su familia por considerar que sus padres no le están dando una alimentación correcta, en este caso por exceso.

La obesidad infantil lleva asociada una serie de riesgos de padecer otro tipo de enfermedades, como son diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, cáncer(éstos se manifestaran más frecuentemente en la edad adulta), problemas ortopédicos, trastornos del sueño, madurez sexual prematura en niñas

Desde el punto de vista psicológico, les puede llevar al aislamiento social, dificultad para relacionarse, ser el blanco de bromas, burlas, rechazo e intimidación por parte de otros niños, depresión, baja autoestima, consumo de drogas, bajo rendimiento escolar y predisposición a padecer trastornos de la conducta alimentaria.

Una vez se tiene el diagnóstico, el tratamiento a seguir debe ser combinando tres factores: dieta, ejercicio y, si es necesario, tratamiento psicológico. Para ello es importante determinar las causas del peso excesivo, que pueden ser una alimentación desequilibrada, sedentarismo o incluso ansiedad, que el niño traduce en comer más de lo necesario y cosas no convenientes.

Sería conveniente despertar el interés del niño por alguna actividad física, cosa que también le ayudará a sentirse integrado en su grupo de amigos

Es absolutamente imprescindible que toda la familia se implique en este tratamiento, modificando los hábitos alimentarios de todos los miembros de hogar para que el niño no se sienta diferente ni “a dieta”. Se le ha de reforzar positivamente y nunca transmitirle que nos disgusta su aumento de peso o que lo rechazamos por ello. Se ha de desterrar la práctica frecuente de premiar o castigar con la comida, prohibir alimentos y no forzar al niño a hacer dieta si no quiere.


Andrea Gil
Nutricionista ISEP Clínic Barcelona