martes, 3 de junio de 2008

El sol y la alimentación


Con la llegada del verano todo el mundo experimenta una mejoría del estado de ánimo. Varios estudios han establecido una relación entre la producción de serotonina (también llamada hormona del humor o del placer) por parte del cerebro y la duración de la luz solar. Además, el sol también nos ayuda a sintetizar la vitamina D, necesaria para la fijación de calcio en los huesos.


¿Cómo nos pueden ayudar los alimentos a obtener lo mejor del sol minimizando sus riesgos?
La naturaleza es muy sabia y con los alimentos de temporada nos proporciona herramientas para aprovechar al máximo los beneficios del sol y a la vez protegernos de sus efectos nocivos. Una característica de toda la fruta de verano es su riqueza en agua, que nos ayuda a evitar la deshidratación causada por las altas temperaturas.

Para proteger la piel y conseguir un bronceado uniforme y duradero, el nutriente que debemos aportar a nuestro organismo es el betacaroteno. Su función es doble: favorecer la síntesis de melanina y convertirse en vitamina A, potente antioxidante que neutraliza los radicales libres producidos por el sol. Este nutriente lo encontraremos en el melocotón, melón, nectarina, pimiento rojo, tomate, albaricoque, níspero… en general en todos los frutos donde predomina el color amarillo.


Los radicales libres, causantes del envejecimiento
Un efecto nocivo que tiene el sol es que produce radicales libres que agreden a nuestras células, acelerando el envejecimiento. Esto se puede evitar aumentando la ingesta de vitaminas antioxidantes como la E, que se encuentra mayoritariamente en el aceite de girasol, y la C, que está presente en los cítricos, fresas, pimientos, melón, tomate…

Tampoco tenemos que olvidar que para mantener la piel hidratada y firme hay que proporcionarle los ácidos grasos esenciales a través de la dieta con aceite de oliva, frutos secos y pescado azul.

Con todo esto, no debemos olvidar que la dieta es un complemento y que la mejor manera de disfrutar del sol de manera segura es utilizando una crema con factor de protección adecuado a nuestro tipo de piel.


Andrea Gil
Nutricionista de ISEP Clínic Barcelona