viernes, 1 de agosto de 2008

Cómete el síndrome post-vacacional


Se acerca el final del verano, y con él la vuelta a la rutina: trabajo, clases, obligaciones…

Muchas veces esta “vuelta al cole” nos crea sensación de desasosiego, astenia, agobio y tristeza, pero por suerte podemos echar mano de la alimentación para hacer más llevadera la reincorporación a las obligaciones.

Para empezar, debemos prestar especial atención a las vitaminas del grupo B, en concreto a la B6. Esta vitamina es precursora de neurotransmisores en el cerebro, que están relacionados con nuestro estado anímico. Un déficit de este nutriente nos provocaría tristeza y apatía sin motivo aparente.


Otro nutriente que interviene directamente en nuestro estado de ánimo es al aminoácido triptófano. Casualmente, necesita de la vitamina B6 para poder transformarse en serotonina, por lo que el aporte de estos dos nutrientes tiene que estar asegurado. Por suerte la naturaleza nos los ofrece juntos en los alimentos, para que el aprovechamiento sea mayor. Tanto el triptófano como la vitamina B6 la encontramos en los plátanos, huevos, cereales integrales, frutos secos, chocolate, carnes y pescado azul, así que debemos hacer un esfuerzo por diversificar la dieta al máximo.


También debemos prestar atención a otros componentes de la dieta que juegan igualmente su papel en nuestro bienestar:

* Los cítricos (naranja, mandarina, kiwi, fresa, pomelo, limón…). Lo ideal sería consumir una pieza al día ya que nos aporta la cantidad de vitamina C necesaria para combatir el nerviosismo y el mal humor.

* El magnesio, mineral presente en los frutos secos. Su aporte nos permite controlar el estrés y reducir la frecuencia de los dolores de cabeza.

Así que cuando se aproxima la vuelta a la rutina debemos procurar aportar a la dieta frutos secos, cereales integrales, frutas cítricas, carnes y pescados para que este cambio nos afecte lo menos posible a nivel emocional y la readaptación sea lo más rápida posible.

Andrea Gil
Nutricionista ISEP Clínic Barcelona